Nuestro problema de conectividad vial

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Por Juan Carlos Díaz, alcalde de la Ilustre Municipalidad de Talca.

Hace algunos años que las regiones vienen sintiendo los efectos del incremento vehicular en Chile, y Talca no es la excepción. Históricamente, nuestra capital regional del Maule, ha estado dividida por dos barreras que separan la ciudad entre oriente y poniente, como son la línea férrea y la Ruta 5 Sur. Lo que genera una fuerte congestión vial, debido a que cuenta principalmente con tres pasos para atravesar hacia ambos lados: calle 2 Norte, el cruce Varoli y la calle 8 Sur.

La división de nuestra comuna existe desde hace muchos años y con el paso del tiempo se han sumado nuevas variables que contribuyen a la congestión vial en la ciudad. No hay un equilibrio entre el crecimiento en extensión y el crecimiento en altura, y carecemos de conectividad complementaria.

La concesionaria de la ruta 5 Sur construyó este tramo de la carretera con muchas precariedades y dejó varias cosas pendientes. Existen muy pocos pasos a desnivel y esa es una de las causas de la congestión vehicular, particularmente en las horas punta.

No existe ninguna solución en la actualidad para los vehículos que quieren desplazarse del oriente a la Ruta 5 Sur, o los que vienen del poniente para ir al norte de esta carretera. Y los tiempos de desplazamiento se han multiplicado de manera sistemática a través de los años.

Pensando en la nueva licitación de la ruta 5 Sur, iniciamos en la ciudad un proceso de participación ciudadana hace más de dos años en el que intervino el propio Ministerio de Obras Públicas, a través de una consultoría, reunidos con las comunidades organizadas, Juntas de Vecinos, instituciones públicas y privadas, y la municipalidad de Talca.

Nosotros planteamos al ministerio que, ante el nuevo proceso de relicitación de la ruta 5 Sur, teníamos la oportunidad de generar mejores accesos a la ciudad. De hecho, la Cámara Chilena de la Construcción propuso -entre varias ideas- un interesante proyecto que consiste en soterrar o “esconder” la carretera a través de un parque urbano, con vegetación de baja altura, entre las calles 2 Norte y 8 Sur, además de generar cuatro nuevas conexiones transversales entre las otras vías a través del predio.

Estas propuestas tuvieron una positiva recepción por parte del MOP, que -para sorpresa de todos los que intervinimos en el proceso de participación ciudadana- desestimó todo lo conversado con anterioridad, al indicar, a través del propio ministro Juan Andrés Fontaine, que habían tomado la “decisión” de construir un bypass.

Un bypass, o ruta alternativa, que jamás fue presentado como propuesta por parte del MOP.

Ya hemos explicado ante los medios de comunicación varios de los efectos negativos que traería consigo la ejecución de un bypass en nuestra ciudad. Y estamos organizando reuniones con Juntas de Vecinos para que conozcan las consecuencias que trae consigo la construcción de esta vía alternativa.

Queremos ser escuchados, queremos generar un diálogo y queremos llegar a un final que sea positivo para nuestra ciudad.